1929: El espectro de la crisis

Presentación

CHANTAL LÓPEZ Y OMAR CORTES

El video que aquí te invitamos a ver, es un documental belga de Alexander Adler, adaptado por Robert Mugnerot y producido en el año 2000 por Le sext art et Reche Productions. Albergado en seis partes en el sitio You Tube, fue probablemente tomado del Historical Channel, por la referencia del logo H que aparece en la pantalla.

En esta adaptación que hemos realizado para colocarla en nuestra Videoteca Virtual Antorcha, nos permitimos titular cada uno de los videos con el objeto de facilitar al cibernauta que se aventure a navegar por nuestro sitio, un manejo, en nuestra opinión, más adecuado y, sobre todo, fructífero, del documental que aquí presentamos.

La división del documental en seis partes es inesperada puesto que los cortes son bruscos, sin embargo, ello no demerita, para nada, el contenido del documental ni tampoco el esfuerzo realizado por quien o quienes decidieron colocarlo en You Tube.

El tema del documental es: las crisis endémicas del sistema capitalista, tomando como referencia el crack bursatil ocurrido el 25 de octubre de 1929.

En el fondo, lo que se busca transmitir en este documental es, paradójicamente, la euforia que para algunos ingenuos generó la superación, en 1997-1998 de la crisis económica generada en Japón y que afectó, de manera severa, principalmente a las economías asiáticas, habiendo estado a punto de convertirse en una crisis global de consecuencias impredecibles.

Subrayamos lo de algunos ingenuos, porque si miramos ahora, en noviembre del 2008, a diez años de la crisis japonesa, el tétrico y caótico panorama económico en el que el mundo entero deambula, resulta más que claro lo equivocado que estaban quienes suponían que el sistema capitalista, a nivel global, había demostrado su fortaleza.

Y ¿qué decir del panegírico dedicado al señor Greenspan a quien en este video se le rinden honores considerándole como auténtico héroe universal?

A la luz de la realidad que vivimos ahora, diez años después de la crisis de 1998, podemos afirmar de manera contundente que ni el señor Greenpan, ni el institucionalismo capitalista internacional representado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, tenían la menor idea de que sus recetas en aquel entonces consideradas como la medicina correcta, lo único que lograron fue posponer por una década el estallamiento de la inevitable debacle financiera del mundo capitalista, carcomido por la voracidad, pestilencia e inmoralidad de los altos ejecutivos y sus corporativos multinacionales. Con el agravante de que aquellas recetas generaron sufrimientos entre las poblaciones de los llamados países en vía de desarrollo, por la inestabilidad política, social y económica que originó para que, a fin de cuentas, nada sustentable -para emplear una palabrita que les encanta a nuestros tecnócratas de las finanzas- se lograra.

Bien recordamos quienes vivimos aquellas continuas crísis de los 90´s, el tono altanero de los pregoneros del llamado mundo desarrollado, repitiendo hasta el cansancio que los culpables de las crisis de aquellos tiempos no eran otros que los, por ellos denominados, paises bananeros, los cuales, por su subdesarrollo social, político y económico lastimaban, con sus burradas, a los pulcros, decentes y atinados países del mundo desarrollado.

Tal vez ahora, diez años después, no vendría a mal entonar la conocida canción mexicana que versa:

Y tu que te creías,
el rey de todo el mundo.

Y tu que nunca fuiste,
capaz de perdonar.

Que cruel y despiadado,
de todos te reías.

Hoy mendigas cariño,
aunque sea por piedad.

¿A dónde está el orgullo,
a dónde está el coraje?

Porque hoy que estás vencido,
mendigas caridad.

Ya ves que no es lo mismo
amar que ser amado.
Hoy que estas acabado
¡qué lástima me das!

Maldito corazón.
me alegro que ahora sufras.

Que llores y te humilles,
ante ese gran amor

La vida es la ruleta,
en que apostamos todos.

A ti te había tocado,
no más la de ganar.

Pero hoy tu buena suerte,
la espalda te ha volteado.

Fallaste corazón,
no vuelvas a apostar

Noviembre del 2008

Chantal López y Omar Cortés.